El Gamer

-Me das una máquina?
-Sí, capo, la cuatro está libre, sentate nomás que ya te la habilito.
El encargado del cibercafé observó apenas al recién llegado dejar el paraguas junto a la puerta y dirigirse al cubículo designado, y procedió a activar el servicio. Eran las siete de la tarde y su turno finalizaba sino hasta ocho horas después, odiaba trabajar allí, pero era un trabajo fácil y sin complicaciones.
Miró hacia la calle a través de la pared de cristal que hacía de frente del recinto mientras se rascaba la nuca.
-Qué día de mierda.- pensó haciendo una mueca. El local estaba semivacío, lo que era normal los martes, y la lluvia que caía hacía horas ya, no ayudaba a cambiar ese hecho.
Bostezó con toda la cara hasta lagrimear cuando el grupo de amigos que había estado masacrándose en el Counterstrike durante las últimas dos horas, se levantó entre estiramientos y ruidos de articulaciones, ufanándose de cuántas veces habían resultado los últimos en quedar vivos. Después de pagar se fueron corriendo bajo la lluvia.
Ahora la única máquina ocupada era la número cuatro, y desde allí se oía un clickeo frenético del mouse y un aporreo constante sobre el teclado.
-Este me va a hacer mierda todo…- y tratando de limitar un poco al cliente preguntó:
-Todo en orden, flaco?
-Séee… joya…
Levantó las cejas y suspiró resignado. -Estos pendejos…- Prendió la radio no sólo para hacer pasar el tiempo sino además para no escuchar el castigo sufrido por la computadora y hojeó el diario del día sin prestar atención al texto. Afuera estaba oscureciendo.
Uno de los tubos fluorescentes parpadeó unos segundos y la radio portátil perdió señal al mismo tiempo.
Cuando se estiró para ajustar el dial, Bersuit estaba sonando otra vez.
-«Central quiere cerrar el campeonato con una sonrisa…», andá a cagar, somos una murga…- Dobló el diario a la mitad y lo puso en el estante debajo del escritorio disponiéndose a ordenar el despelote de biromes, clips y papelitos desparramados.
El estruendo lo sobresaltó.
En un mismo instante la radio y todas las luces del lugar se apagaron y se encendieron los monitores de todas las computadoras.
– Acá sigue.>

Voy avisando…

Ya tengo pensado cuáles van a ser los próximos dibujos que voy a hacer.

La idea es, mientras termino la serie de retratos de los músicos en blanco y negro, empezar otra serie de pinturas digitales pero con personajes de historietas argentinas; para los que tienen un par de años ya, (como yo) se acordarán de Nippur, Pepe Sánchez, Savarese, etc… tengo varios en mente.

La intención es dibujarlos en un estilo y color más realista que en el de las revistas, así que espero poder estar a la altura… En fin, a los que les interese la idea, no dejen de pasar por acá. Un abrazo.

Ah, se aceptan sugerencias al respecto, vale decir.